viernes, 1 de agosto de 2008

Cine bélico

Así es, queridos lectores y únicos amigos. El cine bélico y yo tenemos una larga asociación, desde que yo recuerde mi papá nos llevaba a ver películas con tal tema, además de los soldados, tanques, y armas de juguete con las que crecían todos los niños de entonces, y que ahora les echan la culpa de la violencia, ja, ja, ja,ja.
Volviendo al cine, y con un esfuerzo de memoria, recuerdo los siguientes títulos: El expresso de Von Ryan, con Frankie Boy, Los gansos salvajes, la historia de Josip Broz Tito (no recuerdo el nombre), Doce del patíbulo, Hermandad de guerra, Donde las aguilas se atreven, Code Talkers... Además de clásicos como Apocalipsis, y La Cruz de Hierro y autoparodias como Rambo. Esto viene al caso porque ayer me desvelé viendo Jarhead, una película bélica contemporánea y muy buena.
Como es usual, este cine devino de simple propaganda a filmes inteligentes en los que ya no se glorifica al soldado sino que se le hace ver como un pobre hombre.
Cómo no recordar "Combate" con ese pelotón de soldados gringos indestructibles, que hacían ver a los alemanes como una especie de bultos vociferantes, cuya inteligencia era tan reducida que el Sargent Saunders podría haber ganado la guerra él sólo con su .45.
De pequeño me emocionaban los tiros, las granadas, los aviones y el equipo militar, así que al llegar a casa, ¡a cubrirse todos! que la guerra se desataba.
El gusto nunca se me quitó y hoy soy capaz de distinguir entre un tanque Tigre de principio de la guerra y otro de finales, además de una inmensa sabiduría en cuanto a armas, calibres y efectos. Aunque jamás he pisado un cuartel, ni disparado un M16A2.
Admiro la tecnología militar, porque es la manera más escalofriante que los humanos han encontrado para exterminarse con rapidez y efectividad.
¡Qué lejos están los días en que al inventor de la ametralladora se le condenó a presidio por pensar en un aparato tan diábolico!
Hoy tenemos gases, explosivos, balas de alta velocidad, bombas "inteligentes", y brutas, en un mercado que mueve a la economía mundial.
...Volviendo de nuevo al cine bélico, también ha ganado en realismo y brutalidad, de aquellos soldados que se doblaban heridos de muerte mientras caían en románticas escenas, al día de hoy en que vemos volar pies, manos y estallar cabezas, mientras una ráfaga de calibre .50 destruye todo. Que sin duda es la realidad de la guerra.
Todavía me faltan ver algunas, como Patrulla Infernal, y las dos pelis que dirigió Eastwood acerca de la guerra en el Pacífico, que deben ser muy buenas.

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