lunes, 25 de junio de 2012

Los vientos que devoran hombres

Recuperando el blog, el siguiente texto me lo inspiró una melodía de Elend. Los vientos que devoran a los hombres Una nube roja se levantó de Kadath, los lobos, las hienas, los dientes de sable huyeron con el terror en los ojos, sin volver atrás. No querían enfrentarlo, de nada les servirían colmillos y garras ante los dioses olvidados que quiebran árboles y envenenan el agua. Sólo una vez, la tribu de los hombres decidió quedarse, mísera soberbia. Los más valientes subieron a las colinas a enfrentarlos. Los vientos que devoran hombres llegaron lentamente, y lo que allí venía destruyó para siempre el alma de cada guerrero, mujer y niño. No se guardaron crónicas, nadie volvió a esos lugares, en los que deambulaban las sombras de los que esperaron al viento que devora a los hombres. No han soplado de nuevo, pero, a diferencia del hombre, su tiempo no tiene prisa, un día volverán, entonces ya no quedará nada, sólo el rumor terrible de los vientos que devoran hombres.