viernes, 28 de mayo de 2010

Tengan miedo... mucho miedo

Pronto:

Mis top list de todo; libros, pelis, música, mujeres, seres maravillosos, desgraciados que nunca olvidaré, paseos, comida, fiestas, en fin...

Quizá tú seas uno de estos personajes.

Ya era tiempo ¿O no?

miércoles, 26 de mayo de 2010

Excursión a Los Dínamos

No recuerdo bien, debe haber sucedido a fines de los 60 o principios de los 70. Entonces llegar a esa zona no era tan fácil.

Nos levántabamos como a las 8, mi mamá nos daba un vaso de leche, un pan y su bendición, y salíamos rumbo a Tacubaya, de ahí salía un camioncito que llegaba al zócalo de la Magdalena Contreras, que entonces lucía como un pueblo lejano e idílico, para entonces ya eran las 11 de la mañana. Ahí debía esperar uno el otro camión que salía a los Dínamos, que lo hacía cada media hora, y los domingos estaba lleno de gente, así que cuando salía, los paseantes, jóvenes casi todos, se lanzaban como estampida para alcanzar lugar, sin importarles los dos chamacos y su papá que también querían subirse. No sé cómo, pero siempre lográbamos subir, aunque jamás alcánzabamos asiento. Y luego venía el lento, bello y espectacular ascenso por aquellos enormes bosques y barrancas, siempre me horrorizó la idea de que al camión le fallaran los frenos y fuéramos a dar al fondo de aquellos insondables barrancos.

Cuando por fin llegábamos al primer Dínamo, entonces era hora de alcanzar la cima, y ni tardo ni perezoso, mi papá emprendía la subida a paso veloz, mientras yo y el Tomis, ibámos atrás de él sacando la lengua y pregúntandonos por qué caminaba tan rápido. Después de una hora, más o menos, llégabamos a cima y contemplabámos la ciudad desde la quietud de ese lugar, recuerdo el viento fresco, el olor a pino, la quietud, ¡el paraíso! De bajada ya era otra historia, porque entonces mi papá nos enseñaba las características de las plantas, del río, de los insectos, a beber agua pura de las rocas, a mirar el cielo, a cuidar el paso... sin duda que nos enseñó a amar la naturaleza, tal y como él lo hacía. Yo me sentía feliz imaginando que estaba en el terciario y que de pronto vería un caballito prehistórico, o un dyatrima, o un platibelodón, en aquel bosque precioso en el que rara vez veíamos o escúchabamos a alguien a lo lejos. Jamás nos perdimos, porque mi pápá era experto en eso de caminar por el bosque. Una vez vueltos al inicio, el olor de la leña y lso comales hacía agua la boca, cuando Don Federiquito llevaba lana nos compraba unas y un chesco y sí no, era tiempo de sacar las tortugas de queso de puerco con frijoles que había preparado mi mamá y admirar la pared rocosa, mientras mi papá platicaba con los chavales acerca del mejor método de escalada y de cómo él casi se muere en ese intento.

Llegábamos a nuestra casita de noche, todos sudados y enlodados, pero felices de aquellos momentos con la naturaleza, que yo creía serían eternos.

Volví dos décadas despúes, cuando iba a Bachilleres y aquello ya era un desastre; invasiones al bosque, pintas en las rocas del río, basura, basura, basura, gente, gente, gente.

Ya no he vuelto, me dicen que aquellos bosques primigenios son ahora colonias paupérrimas y el peligro de que a uno lo maten, violen o roben en esas veredas que yo conocí desiertas, es un peligro latente.

La ciudad y sus habitantes, monstruos que devoraron y dañaron su ciudad sin sentido, sin conciencia, hasta que un día reviente...

Pero aquellas excursiones, con su gelatina de leche con rompope, jamás las olvidaré.

martes, 25 de mayo de 2010

Vida después de los 50

Sí, hay vida más allá de los 50

Te ves en el espejo y te das cuenta que ya no está aquel muchachote de piel tersa y cuerpo de Apolo. Ahora ves un rostro que acusa el paso de los años, las arrugas adornan esa cara, en vez de melena hay una rala cabellera con tintes plateados y los marcados abdominales dieron paso a una amplia curvatura. Te aterrorizas porque ese señor eres tú mismo. Sientes que te sube el colesterol, que te baja la presión, que te duele el hígado, los pies y la espalda y temes que en cualquier momento te diagnosticarán lo peor; quieres echarte de cabeza al primer bote de basura, ahogar tu pena en alcohol o encontrar el método de suicidio menos doloroso.
Pero, ¿qué te sucede?
Cuando fuera de los círculos médicos se comenzó a hablar de andropausia, el género masculino imaginó que sufriría las mismas catástrofes que sus mujeres. En nuestra sociedad, que rinde culto a la juventud, pasar los 40 es perder la “inmortalidad” y la belleza. Después de esa peligrosa frontera llega la “crisis de la edad madura” tratamos a toda costa de parecer jóvenes, a veces con resultados patéticos, para que no nos consideren “acabados” en todos los terrenos. Pero todo forma parte de un proceso natural e irreversible, sólo que nadie nos preparó para ello. El organismo inicia el viaje para la tercera etapa de la vida. Hay cambios, sí, pero no significan decrepitud instantánea, hay que conocer en que consisten esos cambios, para vivirlos y sobre todo aceptarlos.

Te pueden decir “viejo andropaúsico” si:
• Te ataca un temor irracional de que “ya no funcionas” en el sexo y tratas de demostrar lo contrario al tener aventuras a granel (con chicas jóvenes, claro).
• Tu autoestima está por los suelos y sientes que fracasaste en la vida. La depresión afecta a tu familia y alcanza hasta las relaciones laborales y sentimentales.
• Para demostrar que no estás “viejo” te enredas en múltiples proyectos y trabajos, aunque a veces te falta el aliento. O lo contrario, decides “no estorbar” y te vuelves un eremita.
• Compites de manera patólogica con los jóvenes y gastas miles en tratamientos rejuvenecedores, cremas, inyecciones y hasta cirugía estética.

Bueno, al menos puedo decir que para mí no aplican ni el primero ni el último punto, ja, ja, ja, ja,, cof, cof, ayyy, ayyy mi espalda.

viernes, 21 de mayo de 2010

Discusión en foros electrónicos

Me da gusto ver el nivel de la discusión en Internet, hombres y mujeres de todas las edades se unen por el gusto de proponer y discutir razones y entender las diferencias de opinión que existen a causas de razones religiosas, políticas, musicales, o simplemente personales. En estos foros se discute de todo, desde el aborto hasta la Evolución, ahora, como un ejemplo, no entraremos en esos temas, sino en uno más tranquilo y rosa ¿Qué les parece la equivocación sufrida por doña Thalis al interpetar una canción en un programa de televisa?


Thalia se equivoca al interpretar una canción.

Opina:

Maryluz: Bueno, yo pienso que Thalia es una gran artista y que se equivocó por nervios, eso le puede pasar a todos.

Chilemexicanomascabel: Eres una estúpida y descerebrada, sólo a una idiota como tú le puede gustar talia o cualquiera de esas mierdas, pudránse todos.

Michos: Dios está en todas partes y si él quisiera podría destruir al univerzo y a todos ustedes pecadores.

Debolus: Ja, ja, ja, infelices, dios no esiste ni la pendeja música que escuchan, para mi qye deberían drogarse e irse a la b"&))??¡...

Fukito: Perras infelices, no saben que es musika y por eso critican a lso estupiod, ya quisieran tener la juventud, la belleza y la voz de tahaliua.

Tomisyo: Pos yo quisera tener aunque sea su fortuna, ja, ha, ja.

Manuelin: Por eso nuestro pais esta como esta, por idiotas como ustedes, a ni me importa de lo que esten discutiendom vayánse a fregar a la más anciana de su casa...

Intergroup. We are offering replica watches, great prices, great catalog. Don´t miss the oportunity.

Migaman: Thalia, no hagas caso, tu eres hermosa y talentosa, que Dios te bendiga...



Y así por el estilo, tres bendiciones, tres mentadas ad infinitum, ja, ja, ja.

Un saludo

Tomi

Nota
Todos los personajes son ficticios, si existe un nick así es pura coincidencia.

viernes, 7 de mayo de 2010

Consejos de Aldo Tomi Alba para la juventud

1. No te hagas el santurrón, quizá pueda funcionar si eres guapa y joven, pero después nadie te soportará.
2. No refrenes al gusanillo (o en algunos casos, boa) del vicio, déjalo que te devore total y placenteramente, si asumes que eres vicioso, vivirás sin remordimientos inútiles.
3. No formes parte de mafias y grupúsculos culturales que se adjudican como los salvadores de la patria, quizá lo sean, pero nunca te aceptarán como parte de ellos.
4. En cuestión de sexo; estudia, aprende, practícalo, gózalo al máximo en todas las oportunidades posibles, pero siempre cuida a tu pareja y a ti, ya no se necesitan niños para poblar el mundo, ni aumentar las estadísticas de SIDA y nuevas enfermedades venéreas.
5. No seas chismoso ni mitómano, ambas cosas son bajezas y puedes dañar a inocentes, sí lo eres ve a tratamiento y cúrate.
6. En la vida pasarás por momento de estúpida felicidad, gózalos, y no te preguntes cuán pequeños o largos serán, lo que sí es seguro es que no serán muchos.
7. ¿Qué quieres estudiar? ¿¡Letras, Humanidades, Filosofía, Pintura, Diseño Gráfico!? No sé para qué, pero te puedes dar el lujo, antes que desaparezcan.
8. De preferencia sé un rebelde, pero auténtico, no vale la pena ceñirse y obedecer todas las reglas, se siente bien hacer enojar a los cuadrados.
9. Si la naturaleza te premió con belleza, ¡Aprovéchala! Cuántas puertas se te abrirán ante los admiradores, que, boquiabiertos, aceptarán lo que tú digas.
10. No tengas miedo a la violencia física, a veces es necesaria, no les hagas caso a los que pregonan la hermandad y la convivencia, el humano es animal al fin.
11. No te conviertas en fanático, de ninguna clase, son meros borregos que manda un fanático más inteligente.
12. Acéptalo, hombres y mujeres son especies diferentes, jamás se entenderán, pero a pesar de eso pasarás muy buenos ratos… aunque estarás peleando y discutiendo todo el tiempo restante.
13. Antes de defender mariguanadas, paparruchas y tonterías, examínalas bajo la ciencia, y verás que todas se derrumban, desde “Nessie”, pasando por el “New Age” y los “hermanos extraterrestres”.
14. Sigue las modas mientras tengas cuerpo y edad, después sólo harás el ridículo.
15. No te pases de "bueno" siempre habrá personajes traicioneros que te usarán hasta que ya no les sirvas, exige lo justo, en esos casos no pienses en la amistad o el cariño, porque te tacharán de estúpido y tibio.
16. No te sientas mal si eres un perdedor, existen muchos casos en que logran sobreponerse al destino y convertirse en triunfadores; ahí está Travis Bickle, Rocky Balboa, La cenicienta… ¿Qué son personajes de ficción? Es cierto, entonces no tienes remedio.

martes, 23 de marzo de 2010

Otro lobo, y buenas pelis


Este fin de semana me dediqué a bajar pelis de la red. Todas ellas hace tiempo que las quería ver, pero no las encontraba.

La primera "Big Bad Wolf" es horrible, un churro sangriento con un hombre lobo parlante y libidinoso, quesque la nueva propuesta en pelis de licántropos, el típico churro de monstruos vs teens, (aunque tengan 35 años) ja, ja, ja,ja. Una basura que pasará a la historia por chafa.

Las otras dos son el binomio "Las banderas de nuestros padres e Iwo Jima" dos buenas obras del maestro Eastwood, con ese ritmo crepuscular y meláncolico del cine que hace hoy, dos filmes antibélicos y críticos, que me imagino que aquí no pegaron porque querían rambos y no esos pobres soldados traumados o aplastados por un enemigo superior e igual de fanático que ellos. Porque al final eso es la guerra, una estupidez en la que el hombre vuelve a la ley del más fuerte.

martes, 16 de marzo de 2010

Mi vida entre los lobos





Siempre me han fascinado, y aterrorizado, las pelis de hombres lobo, desde Santo contra los cerebros del mal, hasta la más reciente, con Benicio del Toro y el mairo Anthony Hopkins.
¿A qué se debe la fascinación-horror que me provocan? La teoría es que mi tierno y sano cerebro de niño hizo una asociación que después la ciencia explicaría, acerca de la dualidad del hombre; sí, porque nada hay más brutal que saber que el hombre es una bestia dormida, por fuera puede ser un ser impecable, bondadoso y sonriente, al que sólo le basta alguna droga, o alguna situación fuera de lo común, para convertirse en un animal, que me perdonen los animales, sanguinario, brutal malévolo.
Por algún tiempo, fe de adolescente, creí en la posibilidad de que sí existieran los hombres-bestia, de verdad, no locos. Y que por ahí rondaba un hombre-lobo, o un hombre-zorro, un hombre-hiena, un hombre-leopardo o por el estilo. Hoy me doy cuenta que no es así, sólo es una leyenda.
Aunque mis peores pesadillas han sido protagonizadas por hombres lobo y algunas de las cintas que me hicieron temer a la oscuridad fueron de licántropos, como “Aullido” o Aullido 2, los marsupiales”, mientras que los hombres lobo que salían con Chabelo, no espantaban, unos pobres hombres con un traje despeluchado.
A mi ex -pareja, la bella Lety Zarco, la llamaba “Lobito feroz”, por hermosa y, sí… feroz.
Todo esto surgió porque el domingo fui a ver “El hombre lobo”, que es una nueva versión, nada que ver con aquella tierna (así me parece hoy) versión con un atemorizado y sudoroso Lon Chaney Jr, nada que ver con las bestias peludas, góticas y gore de esta versión. Dicen los productores que es un homenaje a la antigua versión, lo que me parece muy bien, pues el hombre lobo ya se había abaratado mucho, recuerdo una ridiculez llamada “los hombres lobo de Wall Street” o “la marca de la bestia” con una loba muy fashion, ja, ja, ja. O la vomitiva del hombre lobo adolecente con Michael J. Fox, al que le faltaba un grado para convertirse en el estúpido Scooby Doo, ja, ja, ja.

En la nueva versión se le da otra vez el carácter de monstruo legendario y pesadillesco, no mamarrachadas cómicas. Ahora ya no me escondí debajo de la cama al llegar a mi casa, pero sí me dio gusto saber que los monstruos clásicos volverán, ahora con una renovada dosis de sangre, obscuridad y misterio.

Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu…

jueves, 25 de febrero de 2010

Hoy cumplo 50

Sí, hoy es el día, me siento bien, quizá un poco desvelado porque ayer estuve vaciando caguis con Mi Compa Torres, José Alejandro Torres, para ser más exactos, un talentosisimo poeta, escritor, y crítico burlón y feroz de los farsantes del medio literario nacional, lo que le ha acarreado no pocos problemas con tales personajes, que no permiten que nadie los toque.
Nos conocimos hace años y de inmediato congeniamos y a pesar de algunos periodos en que no nos vimos por cuestiones de mi ex, que lo culpaba de un desagradable altercado que tuvimos, en que hasta empujones hubo, de ahí en adelante, hemos compartido chelas, letras y desilusiones y también alegrías.

No olvido por supuesto a Anita Rivera, su esposa y Mi Coma por excelencia, una simpática y también talentosa chica.

Va también un abrazo muy fuerte para todos los que han pasado hasta ahora por mi vida; en primera Doña Esperancita y Don Federico, puesto que sin ellos no estuviera aquí, a mi hermanito Federico (el Tomi original)
Y ahora a las bellas: a la inolvidable Magos, a la guapa rubia Marilyn, a Cati la morena del cuerpo espectacular, a Normis y su juventud maravillosa, a Gaby, que a pesar de lo fugaz de nuestra relación, fue inolvidable. A esa auténtica dama de ojos profundos y hermosos, la Bruja Lunar, al lobito y su caderas donde se eclipsaba el mundo. Y a Lulú, que cayó del cielo para renovar mi fe en la vida, a todos les debo algo por hacerme la vida mejor.

A mis carritos, a mi depto, a Gaby, a Karinita, bellas y jóvenes poetas, a esta ciudad que he visto decaer día con día...

A muchos que ya tendré ocasión de narrar

Y ahora, mejor lean el texto de Mi Compa y diviertanse, creo que ni mandado a hacer quedó para este día tan especial.





BAILANDO CON MI SOMBRA

O

DE CHOCHOS, CHELAS Y CARRITOS

BIOGRAFÍA CASI AUTORIZADA DE ALDO ALBA

Musical minimalista en tres actos






























Prólogo


Hace algunos meses, mientras sobrevivía a una crisis espiritual y existencial muy intensa, tuve una entrevista desagradable con cierta sicoanalista. La mujer en cuestión quiso demostrarme sus capacidades freudianas mirándome fijamente a los ojos, sin parpadear, y sin demostrar un solo gesto ante mis revelaciones. Poco a poco, conforme mi confesión se volvió más íntima, la sicoanalista no pudo resistir más su actitud de “pirita dórica”, diría Lezama Lima, y comenzó a fruncir el seño y a demostrar con su mirada que estaba a punto de estallar. Adiviné, esto es un prejuicio que tengo desde niño, que la mujer de buena gana, por lo que me decía su mirada, me habría lanzado de su consultorio sin dar más explicaciones; pero con todo la mujer soportó, y yo aproveché eso para dar rienda suelta a mis obsesiones y perversiones más ocultas, que en realidad no son más que fantasías de un ser con demasiada imaginación.
Al final de mi monólogo la sicoanalista me cuestionó: “Noto que a usted le preocupa mucho ser congruente con lo que dice y hace”. Le contesté que no concebía otra forma de vida. Que para mí el dicho y el hecho van de la mano y que quien no ponga en práctica esto es un falso, un hipócrita o un ser que no conoce la libertad.
En definitiva esta opinión le desagradó a la mujer y esta vez no trató de fingirlo. Extendió la mano para pedirme lo que le correspondía por sus servicios y me lanzó a la calle sin importarle que yo tuviera en mente contarle algunos de mis traumas infantiles.
A pesar de las terapias con otras sicoanalistas -no entiendo por qué siempre tienen que ser mujeres- no he cambiado de opinión. Sigo viendo sólo dos colores: el blanco y el negro. Este daltonismo existencial me ha causado muchos problemas, pero también me ha enseñado que en estas épocas ser de UNA SOLA PIEZA, como decían los antiguos, representa casi ser un fenómeno de la naturaleza y a la vez un orgullo.
Para ser hombrecito no basta usar pantalones ni tener una actitud machista, hay que ser congruente con lo que se dice y se hace –que el público perdone mi intolerancia- y uno de esos hombres es Aldo Alba.
Mi compadre, como le llamo de cariño pues en la práctica no lo es, es un dechado de lealtad, de fraternidad y de honestidad; virtudes que en estas épocas son verdaderos defectos de carácter. Su exceso de lealtad le ha acarreado problemas, sobre todo con las mujeres abusivas, sobran por cierto, que se han inmiscuido en su vida, porque en realidad mi compadre es un anacoreta consumado, un San Antonio en su ermita. He llegado a la conclusión de que en otra vida fue uno de esos monjes budistas que jamás han visto a una mujer.
El mundo material, la avasalladora y cruel corriente del capitalismo, quiere extinguir a esta clase de seres. Pero Aldo sale bien librado de esta batalla dándole preferencia, ya que no lo puede evadir, al mundo en su forma menos dañina, me refiero a lo virtual. Mi compadre vive conectado, en sus oídos, con un ipod nano, su mirada casi siempre está puesta en la pantalla de una laptop o de una computadora. Esa es su forma de aislarse y al mismo tiempo de mantenerse al tanto y en contacto con el odioso mundo.
Mi compadre es lacónico por elección y por genética. Tiene la virtud de mantener la boca cerrada y de no meterse en problemas, como otros, me incluyo, por las tonterías o disparates que por accidente pueda pronunciar.
Hace poco, con la caída estrepitosa de este país cuya situación cada vez se acerca más a la de Haití, mi compadre, como muchos mexicanos, cayó en desgracia económica. Cabe aclarar que Aldo Alba tiene un renombre bien justificado en el mundo de la Ciencia Ficción. Recuerdo una de sus presentaciones, un lleno pletórico en la Casa del Poeta, una presentación a la cual asistió la crema y nata de la literatura en México. Recuerdo a muchos lisonjeros que no dejaban de alabar a Alba, a mujeres que se formaban para tener un recuerdo del escritor, y a otras que por lo menos se querían llevar un beso como premio de consolación por no tener a ese creador con ellas en la cama.
Con la desgracia, con las deudas, vino el olvido. Aquellos lisonjeros jamás preguntaron por la condición de Alba. Las mujeres se olvidaron de él, lo desdeñaron, los lectores se olvidaron de uno de los mejores escritores de Ciencia Ficción. ¿Dónde habían quedado esos falsos amigos y admiradores?
Así pues, al plantearme la creación de una biografía de Aldo Alba, pensé en ser coherente. Al principio concebí una novela narrada en primera persona. Quería hacer un ejercicio semejante al Mascarón de Prosa de nuestro poeta Francisco Hernández. Quería disfrazarme de Aldo Alba y escribir lo que sentía; pero eso me pareció imposible, al menos para mí.
Aldo Alba es un melómano consumado, no puede vivir sin música. Sin duda en él, mejor que en nadie, se aplica esa sentencia de Nietzsche: “Sin música la vida sería un error”. Es además un “teatrero”, así les decimos los de Letras Hispánicas a los de Literatura Dramática, consumado, magistral y poderoso. Por ello preferí escribir una obra musical, dividida en actos. Dios y los teatreros perdonen mi osadía.
La siguiente es una pieza teatral que resume simbólicamente la vida de Aldo Alba, un hombre cuyos dichos y hechos son los más congruentes de este planeta.

José Alejandro Torres
Enero de 2010
México, D. F.




Acto I

Primera escena

Estancia rectangular de 2 x 3 metros. Hay una puerta metálica en una de las paredes que tiene una pequeña ventana por la cual entran algunos rayos de sol. Hay una mesa de plástico, transparente, con plataforma de cristal. En las paredes, hay una serie de repisas donde se apilan toda clase de juguetes. Frente a la mesa, sentado en una silla de madera, se encuentra Aldo, manipulando el mouse de una laptop que tiene frente a sí. Al lado de ésta, hay una caguama Corona, casi vacía. En el fondo de la estancia, frente a Aldo, hay un piano destartalado, sin teclas, con rayones y del cual proviene la siguiente canción:


The piano has been drinking
My necktie's asleep
The combo went back to New York, and left me all alone
The jukebox has to take a leak
Have you noticed that the carpet needs a haircut?
And the spotlight looks just like a prison break
And the telephone's out of cigarettes
As usual the balcony's on the make
And the piano has been drinking, heavily
The piano has been drinking
And he's on the hard stuff tonight

The piano has been drinking
And you can't find your waitress
Even with the Geiger counter
And I guarantee you that she will hate you
From the bottom of her glass
And all of your friends remind you
That you just can't get served without her
The piano has been drinking


Aldo Alba mueve sus dedos al son de la música, pero en realidad pulsa las teclas de su laptop. Cabecea de vez en cuando debido a su estado de ebriedad.

The piano has been drinking
And the lightman's blind in one eye
And he can't see out of the other
And the piano-tuner's got a hearing aid
And he showed up with his mother
And the piano has been drinking
Without fear of contradiction I say
The piano has been drinking

Our Father who art in ?
Hallowed by thy glass
Thy kindom come, thy will be done
On Earth as it is in the lounges
Give us this day our daily splash
Forgive us our hangovers
As we forgive all those who continue to hangover against us
And lead us not into temptation
But deliver from evil and someone you must all ride home


The piano has been drinking
The piano has been drinking
The piano has been drinking
The piano has been drinking
The piano has been drinking

Este verso se repite una y otra vez mientras Aldo cabecea con más intensidad y poco a poco se olvida de la pantalla de la laptop para concentrarse en el ritmo del verso. De tal forma, mueve sus manos creyendo, ahora sí, que toca el piano.

The piano has been drinking
The piano has been drinking
The piano has been drinking
The piano has been drinking
The piano has been drinking
(se repite durante dos minutos)

Aldo Alba queda en estado vegetativo. Se cierra el telón.

Segunda escena

Ha desaparecido el piano. De nuevo Aldo Alba manipula el mouse de su laptop. En el fondo del teatro se proyecta lo que Aldo mira.
En la proyección aparece Charles Bukowski, durante una entrevista. A su lado tiene a una mujer. De pronto Bukowski comienza a molestarse por los comentarios de ella. La mujer lo cuestiona una y otra vez, parece sacarlo de sus casillas a propósito. De pronto el viejo Bukowski se recuesta para patear a la mujer. En ese momento Aldo imita los movimientos que ha visto, pero sentado. Patalea una y otra vez y la escena en la pantalla se repite, como disco rayado. Al mismo tiempo se repite el audio con los gritos de Bukowski y las expresiones de sorpresa del camarógrafo que dice una y otra vez: “¡Uh, Oh!”
Ahora lo que se proyecta en la pantalla es el cuerpo de una mujer desnuda. Aldo patalea con más fuerza y desesperación, mientras aún de fondo se escuchan los gritos del anterior video y el” ¡Uh, Oh!”, del camarógrafo.
Poco a poco ese sonido va a desapareciendo así como la imagen que se va mezclando con la escena de la película Naranja Mecánica en la que Alex y sus compañeros entran a la casa del escritor. Alex hace una caravana y comienza a cantar Singing in the rain, mientras patea al escritor y golpea con su bastón a la esposa de aquél y a sus amigos. Aldo imita, aún sentado, los movimientos y patadas de Alex mientras tararea la misma canción. Con el “dubi dubi du”, “dubi dubi du” de Alex, la escena se va mezclando con el piano introductorio de la canción Azul, de Agustín Lara, interpretada por Toña la Negra.
Corre toda la canción Azul. Aldo llora, grita y gime aún sentado.



Fin del primer acto

miércoles, 24 de febrero de 2010

Cuando me di cuenta que tenía 50

Ni siquiera me había dado cuenta, puesto que estaba afectado por el síndrome de Peter Pan, hoy estoy curado, del síndrome, no de los 50. Me imaginaba que estaba en 1995, con Cati y su maravilloso cuerpo, en aquellas épocas en que salía a correr al canal de Chalco antes de que fuera criminalmente asesinado por unidades habitacionales sin ton ni son… o más atrás, a 1985, cuando era joven y guapo; tanto que una chica muy bella se enamoró se mí. Y la perdí, a ella y a muchas más.
Y ya el tiempo me alcanzó y a mi manera fui lo que quise: nunca trabajé en un banco, no tengo coche, ni casa, ni esposa, ni hijos. Aguanté dos jefas algún tiempo, pero no mucho y le debo miles de pesos a los bancos, y no les he pagado.
También he recorrido todo el camino del mundo editorial, de mozo a editor, pero en sentido inverso, ja, ja, ja.
Hoy amanecí y me di cuenta que mañana cumpliré 50 años. Soy un viejo que dejó atrás la juventud para desbarrancarse al tobogán de la vejez y las malditas enfermedades. Mientras no dejaré de brindar por ellas con Cerveza y Coca Cola y espero que no me alcancen muy rápido
Un vejete al que entra la prisa por escribir, aunque nadie corrija mis textos.
A veces, me ataca el deseo de hacer lo que no hice en 25 años, de poder seguir amando a alguien mientras pueda. Con la amargura por no haberme disuelto en alguna bebida, o derretido en la banqueta en un día soleado de esos que a veces tanto he odiado en mi vida, dejando una mancha de grasa de cerdo, sangre y semen; como cuando desfilaron las meseras de Hooters en patines, con sus largas piernas y sus fabulosos pechos.
Nunca calenté un biberón a las 3 de la mañana.
Soñé con mundos de triunfos, violencia y lujuria, para luego despertar a mi mundo de deseos insatisfechos y lujos incumplidos.
Mañana cumplo 50…

jueves, 21 de enero de 2010

Reporte anual

Ya se cumplió un año de que se fue Lety.
Todo fue precipitado, inesperado, horripilante, puesto que se fue de un día para otro, por cuestiones ajenas a nosotros, ella decidió que su lugar estaba cuidando a su mamá, que perdiendo el tiempo conmigo.

Al principio pensé que me caería bien un poco de soledad, aunque no para la paparrucha esa de "encontrarme a mí mismo" puesto que nunca he sabido en dónde estoy.Pero sí para invitar amigos, beber, fumar,desvelarme, llegar a la hora que quisiera, ver y escuchar lo que se me diera la gana, no limpiar... Todo aquello que desespera a las parejas.

Así fue, los primeros cuatro meses me la pasé con mis Compas, bebiendo chela los fines de semana, hasta la madrugada, riendo a carcajadas, escuchando a Don Cheto, pensando en cómo sería mi próxima novia, hasta llegué a creerlo.

Pero los meses pasaron y todo se fue cubriendo de la neblina de la soledad. Ya me regañó el casero por hacer escándalo, no fumo. Y estoy sentado aquí, viendo como la sombra negrísima del olvido vuela en círculos y la chela se amarga con el recuerdo de aquellas mañanas, tardes y noches en que la lobita alegraba esta casa. Y no se diga las noches delirantes en que recuerdo cuando hacíamos el amor y su bello cuerpo me hacía sentir que nada me faltaba.

Los Compas están en otra etapa de su vida y ya no vienen.

Es cierto que pensé emular a San Antonio y su vida de privación y ascetismo, pero no tan rápido.

martes, 5 de enero de 2010

¿Oh, Dios, qué me pasa?

Según pasan los años me parecen cada vez más detestables las multitudes. El pasado fin de semana visite dos tianguis, el de la San Rafael y uno cercano a mi casa y el resultado fue igual. Desesperación, asco, preguntas sin respuesta. Gente, gente, gente, por todos lados, apestosos, perfumados, snobs, en cierto momento me sentí como esos protagonistas de película que de pronto enloquecen y caen de rodillas en medio de la multitud, mientras gritan, lloran y moquean y nadie les hace caso, además.

Pienso que la Tierra estaba bien sin los humanos, debe haber sido una delicia haber visto el planeta en el Jurásico tardío o en la edad del hielo, sin nosotros.