Christy Canyon
Me doy cuenta que algunos blogs son demasiado largos para leer y no todos somos BEF, ni Mauricio Schwarz, ni Liz Sobarzo, para interesar a los cyberlectores.
Muchos de nosotros nos emocionamos y todo aquello que nadie quiso oir o publicar lo volcamos aquí con la secreta esperanza de que ahora sí, el mundo se dará cuenta de nuestra prosa elegante, buen humor y verdades universales...
Pero no es así, el lector a la quinta línea ya perdió el interés y nosotros apenas estamos inciando el prologo del tema a tratar.
Esto lo digo porque hace unos días, un blogero hizo una entrada sobre el cine porno gringo a partir de los 70, y a pesar de lo atractivo del tema, no pude resistir las experiencias personales, que se mezclaban con la historia muchas veces y la erudición desmedida del autor acerca del tema, lo que me dio mucha envidia...
Así que apenas iba en John Holmes y las primeras pelis de Ron Jeremy y la belleza extrema de Christy Canyon, cuando cerré la página, para siempre.
Y eso que el autor decía que esa era la primera de tres partes, lo que sin duda estructurará una enciclopedia del tema, pero que no leeré.
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